viernes, 10 de enero de 2014

Una Coca Cola...¿y una sonrisa?

¡Comenzamos! Inauguro este blog después de mucho tiempo dándole vueltas a la idea de compartir, con todo aquel que lo quiera leer, noticias, curiosidades, secretos (y no tan secretos) de la vida moderna, de este mundo del siglo XXI en el que todo o casi todo lo que nos rodea está repleto de sustancias químicas, aditivos de origen sintético en su mayoría que pretenden dar más sabor, más color o simplemente más brillo a todo aquello que nos llevamos a la boca. Aditivos que ingerimos sin ser conscientes la mayor parte del tiempo de que lo hacemos. Igual ocurre con cremas, geles, champús y desodorantes que atraviesan nuestra piel llenándonos de aluminio, petróleo y derivados. 

Con la idea de ofrecer otro punto de vista, de desnudar los productos cotidianos y aparentemente inofensivos que nos rodean, con la intención de que nos paremos unos segundos a mirar las etiquetas de lo que compramos y que aprendamos a interpretarlas, nace este espacio.  

Empezamos con la Coca-Cola y es que, ¿quién no se ha bebido una Coca Cola en su vida? Pero, ¿sabemos los ingredientes qué contiene?  


En la imagen superior podemos ver los ingredientes de la coca cola zero, ampliamente extendida y supuestamente más saludable que la coca-cola normal por contener menos azúcares.
Los ingredientes aparecen reflejados en las latas y botellas, cumpliendo con la normativa, y ofreciendo información clara y directa al consumidor, porque... ¿cómo no saber perfectamente qué se esconde detrás de los E y qué efectos tienen sobre la salud?

Comenzamos con el colorante E-150d. Se trata de la clase IV del colorante Caramelo, identificado y aprobado por la Unión Europea como E-150. El E-150 puede ser de origen natural o sintético, el utilizado por Coca-Cola se obtiene calentando el azúcar con sulfito amónico o con una mezcla de anhídrido sulfuroso y amoníaco. Al ser sometido a altas temperaturas este colorante produce 4-metilimidazol (4-MEI). Y aunque el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos realizó un estudió con ratas y ratones durante dos años que demostró una evidencia clara de carcinogénesis en ratas del 4-MEI (Podéis leerlo aquí),  está permitido reglamentariamente que el E-150d contenga cantidades de esta sustancia. 

Seguimos...¡al rico ciclamato de sodio! Y es que el ciclamato de sodio es lo que se esconde tras el E-952. El ciclamato (ciclohexilsulfamato) es un edulcorante sintético no calórico que se comenzó a utilizar en 1950. Su uso está avalado por la OMS, sin embargo en Estados Unidos está prohibido desde 1970, cuando unos estudios revelaron que era cancerígeno. También se ha prohibido en Méjico, Venezuela y otros países de Latinoamérica, donde Coca Cola lo ha sustituido por otros edulcorantes.

Lo más sorprendente es que, a pesar de ser supuestamente inofensivo y de estar aprobado por la Unión Europea, la Coca Cola Zero de, por ejemplo, Reino Unido no lo lleva entre sus ingredientes. ¿Por qué? ¿Por qué se utiliza en España y no en Reino Unido? ¿Tendrá algo que ver que el ciclamato de sodio sea más barato que el aspartamo?

El E-950 se corresponde con el Acesulfamo K, otro edulcorante sintético no calórico. Está autorizado por la UE y también en Estados Unidos, no está demostrado que produzca efectos adversos para la salud siempre que no se superen las dosis de Ingesta Diaria Recomendada de15 mg/kg/día.

El E-338 es un acidulante que se corresponde con el ácido fosfórico y su objeto es añadir un sabor ácido a la coca-cola. Está avalado, pero algunas fuentes citan entre sus posibles efectos adversos e ingerido en grandes cantidades la hiperactividad, problemas digestivos y perturbación del equilibro natural en el organismo de calcio y fósforo.

Para terminar con los aditivos una buena noticia, el E-331, corrector de la acidez, citrato de sodio, es afortunadamente inofensivo.

Finalmente hablamos del aspartamo, edulcorante no calórico que ha generado mucha polémica en los últimos años. Ha sido calificado como seguro por la FDA estadounidense y la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria, así como por numerosas agencias y organismos de distintos países. Estudios realizados por la Fundación Ramazzini italiana en 2005 denunciaron sus efectos cancerígenos. No obstante la Agencia Europea se ha reafirmado en su inocuidad.
La duda sigue ahí, porque muchas veces me pregunto ¿qué intereses se esconden detrás de organismos oficiales? ¿Quién los dirige?

Y es que, como cotilleo, os contaré que Ángela López de Sá Fernández es la Directora Ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.Y hasta su nombramiento, en 2012, trabajaba como directora de Asuntos Científicos y Normativos de Coca Cola Iberia, según podemos comprobar en la biografía que ofrece de ella el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Qué curioso, ¿no?

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